Misterios Luminosos para el Jubileo de la Orden de Predicadores

Los Misterios Luminosos para el Jubileo de la Orden de Predicadores

"Enviados a predicar el Evangelio"


Estas meditaciones para el Jubileo de la Orden de Predicadores se pusieron en línea para ayudar a los que quieren rezar el Rosario. Se han redactado deliberadamente de una manera integral y se pueden adaptar fácilmente según las circunstancias. 
Para cada misterio, se propone una cita bíblica, dos citas dominicanas y una intención. Cada uno puede elegir lo que conviene a fin de poder elaborar un momento de oración fructuoso para todos.
Beato Ángelico, Bautismo de Cristo en el Jordán
Primer Misterio Luminoso:Bautismo de Jesús
"Desde el cielo, una voz dijo:" Este es mi Hijo amado, en quien encuentro mi alegría". (Mt 3,17)

"El Espíritu Santo mantiene a Juan el Bautista en el desierto en preparación al testimonio que dará después: nunca había visto a Cristo hasta que le vio en el Jordán... Aquí es donde la voz del Padre se escuchó proclamándolo su Hijo. Aquí es donde el Espíritu Santo lo adornó de tantas virtudes: la humildad, la mansedumbre y otras, a fin de que saliera del desierto transformado en sal para preservar a los hombres de la corrupción, en luzpara iluminar a los ciegos, en ciudad amurallada, refugio para los santos y los hombres virtuosos." (San Luis Bertrán, 1526 -1581)

"El Bautismo inaugura la vida pública de Jesús, revela su naturaleza, su papel divino, todo su destino y la fuerza que lo conducirá. Los adversarios de la intervención personal de Dios no penetraron nunca en el significado más profundo; la historia evangélica será para ellos un libro cerrado. Ahora Jesús no es más que el carpintero de Galilea; el velo que le ocultaba a la multitud se levantará: y aparecerá lo que él es, el Cristo, el Hijo de Dios. Sin embargo, mantendrá en su grandeza divina, una naturaleza sometida al dolor y la muerte." (P. Enrique Luis Rémy Didon, 1840 - 1900)

Nuestra Señora del Rosario, enséñanos a ser fieles a las promesas de nuestro bautismo.


Segundo Misterio:
Beato Ángelico, Bodas de Caná
Las bodas de Caná

"El vino se acabó, la madre de Jesús le dijo:" No tienen vino." (Jn 2,3)

“Consideremos el amor respetuoso de María con respecto a Cristo. En el amor respetuoso que nosotros tenemos para con Dios, él nos hace simplemente presentarle nuestra indigencia, de acuerdo con este versículo,Señor, todos mis deseos están ante Ti. De esta manera Dios nos ayudará, aunque nosotros no entendamos, porque no sabemos qué conviene pedir en nuestras oraciones. Esta es la razón por la que la Madre de Jesús presenta únicamente a Cristo la indigencia de los otros diciendo, "No tienen vino."” (Santo Tomás de Aquino, 1225-1274).

“En Caná el vino que los novios tenían reservado durante largo tiempo se acabó... Jesús estaba en la mesa acompañado de su madre. Previéndolo, compadecida, segura de que él compartía sus sentimientos, María le dijo simplemente: "No tienen vino". Es esta la más delicada de las plegarias, apenas una sugerencia, ni siquiera la expresión de un deseo... Jesús hizo entender a su madre que ni él ni ella debían intervenir en este asunto. Sin embargo, María interpretando sin duda la mirada más que las palabras, dijo a los sirvientes: "Haced lo que Él os diga."” (Padre Marie-Joseph Lagrange, 1855-1938)

Nuestra Señora del Rosario, enséñanos a estar siempre atentos a las necesidades de los que nos rodean.


Tercer Misterio:
La Proclamación del Reino

Beato Ángelico, Sermón de la Montaña
"Jesús caminó por ciudades y aldeas, proclamando y anunciando la Buena Noticia." (Lc 8,1)

"En los sermones y exhortaciones, utiliza un lenguaje sencillo, como el de una conversación familiar. Habla de tal manera que aparezca claro que tus palabras no proceden de un espíritu orgulloso o irritado, sino más bien de la ternura de una caridad y una bondad paternal. Sé parecido a un padre que se aflige al ver a sus hijos gravemente culpables... y trata de restablecerlos, de librarlos, y quiere acariciarlos como una madre, como alguien que se alegra de verlos progresar y poder esperar para ellos la gloria del paraíso." (San Vicente Ferrer, 1350-1419)

"Los hombres son fascinados por Cristo con un deseo vehemente y una gran devoción, después de escuchar sus palabras de vida eterna y ver sus maravillosos milagros. Muchos también mueren por su gloria, impulsados por la vehemencia de su amor; porque son dulces y eficaces las palabras de nuestro Salvador, y todos "se reunieron" para escucharle con gran placer. Sus palabras son dulces, atractivas y sumamente eficaces, están llenan de inspiración divina y del fuego del Espíritu Santo”. (Fr. Bartolomé de Las Casas, 1484 - 1566)

Nuestra Señora del Rosario, enséñanos a ser predicadores celosos del Evangelio.


Cuarto Misterio:
La Transfiguración
Beato Ángelico, Trasfiguración

"Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Santiago y a Juan, y se los llevó a una montaña alta. Y se transfiguró delante de ellos." (Mc 9,2)

"Teniendo, pues, los ojos fijos en Jesús que da la fe y la mantiene... Que él mismo, el Dios del amor y de la paz, apacigüe vuestros corazones y acompañe vuestro viaje, que él os guarde en el secreto de su presencia, lejos de las intrigas de los hombres; y esto, hasta que os introduzca y os haga echar raíces en esta plenitud donde quedaremos eternamente, en la belleza y la paz, la seguridad y el descanso de la abundancia." (San Raimundo de Peñafort, 1175 - 1275)

"Seis días después de la confesión de fe de Pedro, pasó una escena extraordinaria que no tiene paralelo en la vida de Jesús, si no es en la oración de Getsemaní como la antítesis; en los dos casos, Jesús tomó a Pedro, Santiago y Juan para orar con ellos a solas; en ambos casos, los discípulos están paralizados por el sueño, en los dos casos Jesús recibe una visita de lo alto. Pero la transfiguración es una garantía cierta de la gloria de Jesús, la escena de Getsemaní le muestra hasta el punto donde se abaja más." (Padre Marie-Joseph Lagrange, 1855-1938)

Nuestra Señora del Rosario, enséñanos a contemplar a Cristo transfigurado.


Quinto Misterio:
La institución de la Eucaristía

Beato Ángelico, Santa Cena
"El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna." (Jn 6,54)
"La sabiduría eterna, para acercarse más a los hombres y mostrar más sensiblemente su amor, quiso hacerse hombre... Queriendo por un lado mostrar su amor por el hombre hasta morir en su lugar para salvarlo, y no pudiendo por el otro dejar de ser hombre, encontró un secreto admirable para morir y para vivir, todo a la vez, y permanecer con el hombre hasta el fin de los siglos: es la invención amorosa de la Eucaristía; y por demostrar su amor en este misterio, no encontró ninguna dificultad para cambiar y suspender cualquier naturaleza." (San Luis-María Grignion de Montfort, 1673-1716)

"La divina Eucaristía es fuego consumidor, capaz de quemar los corazones más fríos. ¿Te sientes lleno de debilidades e imperfecciones? Ahí tienes el recurso a la sagrada comunión; es el pan de los fuertes, la leche de los débiles, el remedio de los enfermos, la energía del viajero que sube el camino de la perfección hasta la montaña de Dios. ¿Sientes demasiado apego a ti mismo y a las cosas de este mundo? La Eucaristía nos inspira un gran desprendimiento y un deseo cada vez mayor por la vida eterna”. (Bto. Jacinto-María Cormier, 1832-1916).

Nuestra Señora del Rosario, enséñanos a tener siempre hambre del Pan de la vida dado para la salvación del mundo.

tomado de www.rosarium.op.org