Fray Ángelico, Resurrección |
El Amor ha triunfado sobre la injusticia que brota del odio, la envidia, los celos, la ambición, la presunción, la rivalidad, los juicios injustos, la exclusión del hermano... Es el momento oportuno para nacer a una Vida Nueva, la Vida verdadera: Yo soy la Vida, dice el Señor (Jn 14).
Pidamos esta gracia al Señor y que El quiere dar a su Iglesia. Dejemos ya las obras de la oscuridad y revistámonos del hombre nuevo.
Las obras del hombre nuevo, Jesús en nosotros, son obras de Amor y Misericordia:Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es un mentiroso; porque el que no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve ,Jn 4,20. Es el momento del Amor, de la humildad que nos ha enseñado Jesús en la Pasión.
El se puso a nuestros pies, se puso a los pies de los que le iban a abandonar, a negar, a traicionar... y nos sirvió con una humildad incomprensible, con la humildad que brota de un Amor incomprensible. Hagamos nosotros lo mismo con aquellos que más nos cuesta, con los que no nos entienden, con los que quizás nos juzgan y condenan y así seremos perfectos como el Padre celestial que resucitó a Jesús y le dio la razón: "Este es mi Hijo amado".
Que la Llena de Gracia, la Virgen del Rosario, nos consiga ser de verdad imagen de Jesús en este mundo tan necesitado del Amor y el Perdón.
Inmaculada López Morillas